El 29 de febrero del 2020 no será igual para muchos, incluido para este periodista. Costanza Rampulla tuvo un desafortunado choque con una compañera de equipo en el improvisado partido de ten a side. Producto de esto, la jugadora de Huazihul pasó varias semanas en terapia intensiva peleando por su vida.
La vida le regaló una segunda oportunidad. Ya no podrá estar adentro de una cancha de rugby. Sin embargo, poco importa porque Coni está aquí, junto a nosotros. Ella es una Cacique con todas las letras y lo demuestra todos los días. En el cálido hogar que habita junto a Tamara Argüello, su pareja, repasó aquél fatídico día y lo hizo con una sonrisa dando a entender que lo mejor siempre está por venir.
Coni reflexiona sobre su nueva etapa que atraviesa junto a sus afectos: “Aprendí a disfrutar de la vida. Lo más valioso está en lo simple. No me voy a cansar a decir a mis padres lo mucho que los quiero. No es fácil saber que no podré volver a jugar. No me lo esperaba y todavía lo estoy procesando. Sin embargo, a las chicas las voy a seguir siempre. No van a deshacerse tan fácilmente de mi, jaja”.
Contenta, como de costumbre, recordó el apoyo que recibió en unos de los momentos más difíciles de su vida: “Me sorprendió mucho la muestra de cariños. Realmente no lo esperaba. Me acuerdo que Luchi Colombo me hacia llegar miles de mensajes que no recibían mis padres. Gracias a ellos me dieron muchas ganas para recuperarme”.
Con mucho optimismo en lo que se viene, Coni deja un mensaje para todos: “Este deporte es impresionante. De todos las disciplinas que practiqué, es el mejor de todos. Lo que si, hay que estar preparada para jugar. No me arrepiento del rugby, para nada”.
El verde césped extrañará su osadía al momento de agarrar la ovalada y encarar para ingoal ajeno. Sin embargo, lo más importante es que Costanza Rampulla está con nosotros. Eso es impagable. El tiempo dirá que lugar ocupará dentro del rugby pero de algo es que todos estamos seguro: ella es una Cacique con todas las letras.
FUENTE: Cuartotiempo.com. ar. / Germán Rosales.
