Desde 1999, el estadounidense Michael Johnson poseía el récord del mundo de 400 metros. Hasta este domingo, nadie pensaba que se pudiera batir.
Pero el sudafricano Wayde van Niekerk no sólo lo consiguió con una marca de43,03 segundos, para conseguir la medalla de oro en los Juegos de Río 2016, si no que «masacró» el tiempo de 43,18 que estableció Johnson en Sevilla.
Ese fue el calificativo con el Johnson reaccionó en los micrófonos de la BBC, cadena para la que cubre los Juegos Olímpicos.
«¡Oh, Dios mío! Del carril 8 al récord del mundo«, dijo asombrado el que fuera medallista de oro en los 400 metros en los juegos de Atlanta 1996 y Sídney 2000.
«Él es tan rápido. Nunca había vista a alguien hacer algo así de los 200 a los 400 metros. Es posible que haya corrido más rápido los segundos 200 metros que los primeros. Eso fue una masacre de Wayde van Niekerk. Simplemente borró a sus rivales», agregó. La medalla de plata fue para el campeón olímpico de 2012, Kirani James, y la de bronce para el estadounidense LaShawn Merritt, medallista de oro en Pekín 2008.
¿El sucesor?
Para Johnson, la actuación del atleta sudafricano fue tan impresionante que lo que se vivió la noche del domingo en Río de Janeiro fue un cambio de guardia.
«Es tan joven, ¿qué más puede hacer? ¿Puede bajar de los 43 segundos? Es algo que yo pensé que podía hacer, pero nunca lo hice».