Villa Obrera descendió después de 31 años: entre la sanción y los malos resultados, la Villa jugará en la B en 2026

Villa Obrera vivió su peor pesadilla deportiva: tras 31 años en la máxima categoría del fútbol sanjuanino, descendió a la Primera B local. El golpe final llegó este fin de semana, cuando la victoria de San Lorenzo de Ullum terminó de sellar su suerte y dejó sin chances matemáticas a la Villa de mantener la categoría, a siete fechas del final del torneo Clausura.

El equipo de Chimbas arrastraba una dura sanción impuesta por la Liga Sanjuanina de Fútbol: una quita de 18 puntos, dividida en -9 durante el Torneo Apertura y otros -9 en el Clausura, producto de los graves incidentes protagonizados por algunos hinchas, entre ellos, el impactante caso del ladrillazo lanzado a un juez de línea durante un partido. Estos hechos, sumados a una campaña deportiva muy floja, terminaron por condenar a uno de los clubes más tradicionales del departamento.

En números, Villa Obrera jugó 28 partidos, ganó apenas 5, empató 4 y perdió 19, lo que lo dejó último en la tabla general, sin chances de levantar cabeza. El castigo y la falta de resultados fueron un combo letal para un equipo que venía luchando desde principios de año por salir del fondo.

El descenso desató una mezcla de tristeza, bronca y resignación entre los hinchas villeros, que deberán afrontar las últimas fechas del campeonato sabiendo que su equipo ya piensa en la próxima temporada en la B. Un golpe durísimo para una institución con historia y arraigo en Chimbas.

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