El domingo en Asunción, Mateo Kalejman pasó en minutos de la alegría máxima a la frustración más grande de su joven carrera. El ciclista sanjuanino había ganado en pista la contrarreloj individual masculina de los Juegos Panamericanos Junior, pero una protesta presentada por Colombia —que alegaba que el sillín de su bicicleta superaba la inclinación máxima permitida de 9 grados— terminó con su descalificación.
En diálogo exclusivo con La Excusa Deportiva, único medio sanjuanino presente en Paraguay, Kalejman no ocultó su bronca:
“Una vergüenza total. Siempre es lo mismo, ponen comisarios incompetentes. Me midieron la bicicleta antes de salir. Me perjudica tener el asiento más inclinado, no sé con qué lógica están haciendo esto. Evidentemente tienen algo con Colombia”.
El sanjuanino, campeón panamericano de la especialidad en abril, aseguró que el problema fue generado por las irregularidades del pavimento y que incluso esa inclinación lo desfavoreció.
“Por suerte el corredor sabe que le gané por un minuto y medio, y hasta él me lo dijo. Así está el ciclismo. No creo que el reclamo se revierta, pero me voy con la cabeza en alto porque sé que gané”, agregó.
Para Kalejman, fue uno de los momentos más duros de su carrera, aunque ya apunta a su gran objetivo del año: el Mundial.
“El colombiano tuvo valores y admitió que él no ganó. Voy a seguir preparándome para lo que viene y espero que no me pase lo mismo en el Mundial”, cerró.