Las ’24 Horas’ de la UVT: una tradición futbolera que sigue vigente

El pasado 18, 20, 21 y 23 de febrero en la UVT se llevó a cabo ‘Las 24 Horas de fútbol’, que no es solo un campeonato, sino un símbolo de pertenencia y pasión que trasciende generaciones .

Desde fines de la década del ’80, el tradicional torneo de fútbol de la UVT conocido como ‘Las 24 Horas’ ha reunido a jugadores y socios del club en un evento cargado de pasión y familiaridad. Lo que comenzó como una verdadera maratón futbolera, disputada de manera ininterrumpida durante un día entero, ha evolucionado con el tiempo para convertirse en un certamen de varios días, pero sin perder su esencia: unir a la comunidad del club a través del deporte.

En sus primeras ediciones, el torneo se jugaba de sábado a domingo sin pausas, con los jugadores pernoctando en carpas a la vera del campo de juego. Con el paso de los años, y por cuestiones de organización y logística, el formato se modificó. Actualmente, el certamen se extiende durante varios días, con partidos programados en horario vespertino o nocturno.

El campeonato cuenta con dos categorías: libres, donde participan los jóvenes, y veteranos. Generalmente, cada divisional reúne a seis equipos, quienes compiten con el objetivo de consagrarse campeones y, sobre todo, de mantener vivo el espíritu del torneo. Como es tradición, la competencia concluye con una gran final y la posterior entrega de premios, donde se otorgan trofeos y medallas.

La organización del evento está a cargo de la subcomisión de fútbol del club, integrada por un presidente, un secretario, un tesorero y varios colaboradores. Lo recaudado durante el torneo es destinado al mantenimiento de la disciplina: la compra de balones, mejoras en las instalaciones y otras necesidades del club. Gracias a estos ingresos, por ejemplo, se ha podido renovar la iluminación de la cancha con tecnología LED y construir un camarín con duchas.

Un aspecto distintivo de ‘Las 24 Horas’ es la dedicatoria especial que se le otorga cada año. En cada edición, el torneo lleva el nombre de un socio que haya dejado huella en la institución, especialmente en el ámbito futbolístico. Este año, la competencia rindió homenaje a Rosita de Busto, madre de uno de los jugadores del club y excolaboradora de la subcomisión de fútbol. Rosita, además, tuvo el honor de albergar en su hogar a Ángel Di María cuando el actual campeón del mundo era un niño y jugó el Mundialito de Trinidad. En su memoria, durante la ceremonia de premiación, se entregó una placa conmemorativa a su familia, durante las entregas estuvo presente el subsecretario de Deporte Federado, Santiago de la Torre.

La edición 2025 del torneo concluyo la noche con la gran final de la categoría veteranos y una cena de cierre, reafirmando el compromiso del club con su historia, su gente y el fútbol.

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