Un Verdinegro perdido en el Norte. Todo lo construido en las últimas fechas parece haberse derrumbado en el Estadio 23 de Agosto, donde este domingo San Martín de San Juan cayó por la mínima ante Gimnasia de Jujuy. Una derrota que duele, pero no daña, al menos por ahora. El conjunto sanjuanino sigue en lo alto de la tabla de posiciones, pero a la espera de lo que ocurra con los tucumanos, que juegan en un rato ante Ferro.
El equipo sanjuanino recibió el baldazo de agua fría de entrada. A los 9 minutos del Primer Tiempo, Francisco Molina abrió el marcador para los locales tras un grosero error de la defensa sanjuanina. Desde entonces, al equipo sanjuanino se le hizo cuesta arriba.
Si bien tuvo sus chances, aunque fueron escasas, no pudo igualar el partido. Es cierto también que la historia hubiese sido otra si el árbitro del partido no anulaba el gol lícito de López García, al entender que el jugador verdinegro no estaba habilitado.
El entrenador Raúl Antuña no encontró tampoco las respuestas desde el banco de suplente. Y el que se llevó todos los laureles fue otra vez Matías Borgogno, quien tuvo al menos 4 tapadas en todo el partido que evitaron un marcador mucho más abultado.
Ahora que sea borrón y cuenta nueva. San Martín cayó y perdió un invicto histórico en torneos de AFA (15 fechas sin conocer la derrota), pero sigue en lo alto de la tabla de posiciones del torneo de la Primera Nacional, rogando que los tucumanos no sumen.
El próximo partido será local de Deportivo Maipú (sábado 13 de julio), otro que está en la pelea por el ascenso.
Fuente: Tiempo de San Juan