No muchos pueden darse semejante lujo. Es una bendición destinada a unos pocos. Y él tuvo esa fortuna. Rodrigo Marinero debutó en la primera división de la ADA, siendo sólo un chico, compartiendo cancha con su papá, uno de los referentes del equipo. Hoy, años después, otra vez comparten equipo.
«Nací y ya tenía una pelota en los pies. A los 4 empecé a jugar en la escuelita de San Miguel de Albardon, equipo del que soy hincha. Jugué casi toda mi niñez ahí. Después pasé a Alianza ya que mi papá jugaba en ese equipo. Luego llegué a la ADA, donde jugué unos 5 partidos y pasé a 4ta. Jugué un partido y tuve que parar porque me lesioné. Después volví y fui directo a primera. Debuté a los 14 y ya con 15 jugué un Regional», contó el joven de 19 años en diálogo con La Excusa Deportiva.
Delantero, tiene como referente en el puesto a Julián Álvarez. Y es que ser fana de Boca no le impide apreciar las cualidades del crack ex River que actualmente la rompe en Manchester City. «También tengo como ídolo a Javi Paratore, aprendí mucho de él cuando fue mi DT», comentó el joven.
Con respecto a ese primer partido en la máxima categoría del club, recuerda que pese a los nervios se sentía muy seguro. «Tuve la suerte de jugar con mi papá ese torneo y salimos campeones. Se llama Martín Marinero, tiene 37 años y juega de defensor o volante central. Este año volvió a jugar en la ADA y otra vez compartimos equipo», añadió.
«Me defino como perseverante y luchador, le meto muchas ganas. El mejor recuerdo que me diio este deporte es cuando salimos campeon en 4ta división. Y el peor, cuando una semana antes de la final en Primera fui a jugar con la 6ta porque se había parado el campeonato en Primera una semana y me lesioné. No pude estar en la final», indicó.
Rodrigo sueña con salir campeón nuevamente. Sin embargo, tiene otro gran deseo. «Estoy haciendo el cursillo para la facultad de ingeniería. De todas formas tengo muchas de llegar lejos en el fútbol, que es lo que uno quiere desde niño», finalizó.