Es fanático del club, al igual que toda su familia. Por eso disfruta el doble cada partido que le toca jugar con esa camiseta. San Lorenzo de Ullum es una parte importantísima en su vida y así lo demuestra siempre.
Geremías Gil tiene 21 años y es central. Como todo chico, empezó a jugar a la pelota a muy corta edad. «Tenía unos ocho años. Recuerdo que mi abuelo me llevaba todos los días en su bicicleta a entrenar a la escuelita de Villa Ibañez», recordó en diálogo con La Excusa Deportiva. Luego pasó a San Lorenzo, donde terminó de formarse como jugador.
«Mi debut en Primera llegó el año pasado cuando estuba el Luto Molina como técnico. Fue algo que venía buscando hacía tiempo. Fue algo único, una sensación increíble recolectar experiencias de jugadores más grandes», contó Geremías sobre ese choque frente a Marquesado.
Además, el joven resaltó la importancia de tener a Molina al frente del plantel. «Siempre que podía me aconseba que tenía que ser una buena persona dentro y fuera de la cancha. Me marcó como persona, siempre lo admiré desde niño y de repente tenerlo de técnico para mí fue algo muy lindo», confesó.
«Tenemos el mejor plantel de todos y hemos demostrado que nosotros estamos para el desafío que nos toque, siempre preparados para todo», dijo Gil sobre la actualidad del conjunto ullunero.
«Mi sueño siempre fue y será ver que mi madre y mi abuela me vean jugar en Primera y salir campeón», manifestó Geremías que tiene como referente en el puesto a Martín Arce y que le gustaría tener la chance de jugar en el Federal A o Primera B.
El central se define como un futbolista «con un corazón muy grande». «Siempre trato de dejar todo en cada pelota, en cada partido», concluyó.