Poco más de 1.372 kilómetros separan la villa cabecera de Media Agüa, en Sarmiento, con la ‘perla del Atlántico’ como se conoce a Mar del Plata. Esa distancia puede ser mucho y poco a la vez. Mucho porque les demandará un traslado de más de 16 horas en colectivo y escaso ya que irán a vivir una experiencia única. A transitar esos momentos que en la vida de toda persona se recuerdan por el resto de los días. Se trata de dos jóvenes mediagüinos como Rocío Torres Flores y Nicolás Chirino, los únicos nacidos en el departamento del sur sanjuanino que tendrán su primera vez en las finales de los Juegos Nacionales Evita, dentro de la lucha libre.
Hace un mes lograron la histórica clasificación para estar junto a los mejores de país entre el 24 y 30 de setiembre próximo, acompañados por el profesor de ambos, Marcelino Romero, un sanjuanino por adopción que tiene su gimnasio en Sarmiento con diferentes artes marciales y deportes de contacto.
El boleto para la definición de los Evita en la costa atlántica la obtuvieron hace un mes en la Unión Vecinal Camilo Rojo, a donde llegaron profesor, Rocío, Nicolás y otros tres chicos que también compitieron pero no clasificaron finalmente, en la movilidad habitual de ellos para los torneos afuera de Sarmiento: un Renault 12, que como dice el profe «se la banca bastante bien y encima es económico porque anda a gas». Los cinco vinieron hasta Santa Lucía para medirse con los destacados de la provincia, con el sueño de llegar a Mar del Plata, algo inédito para luchadores del departamento del cual son oriundos.
Luego de disputar varias luchas, de pasar por momentos de gran nerviosismo y tensión, llegó el tiempo del festejo con la clasificación anhelada. «Lo viví con mucha emoción. Estaba con mucho entusiasmo y confiada que podía lograrlo, pero cuando clasifiqué no lo podía creer», expreso Rocío, de 13 años de edad, y quien hace tres que se dedica a la lucha libre en la ‘Escuela de camino libre». Su compañero, Nicolás, vivió sensaciones parecidas: «Me emocioné mucho realmente cuando gané. No lo podía creer. Si bien me tenía fe, clasificar fue muy fuerte», puntualizó Chirino, quien antes de la lucha libre también practicó un par de años handball y, al igual que Rocío, transita la escuela secundaria en Media Agüa.
Para los dos ir a Mar del Plata será una experiencia única. Acaso el dato más saliente de ellos en sus expectativas tengan que ver con conocer por primera vez el mar, en este caso ese gigante llamado océano Atlántico: «Quiero conocer el mar. Ver lo que es eso que mucha gente me ha contado», sostuvo Rocio. Mientras que Nicolás puntualizó que «estoy ansioso por ver el mar. Pero tampoco quiero estar mucho tiempo allá, porque no me va a gustar estar alejado de mi casa».
Junto a la delegación sanjuanina que participará en Mar del Plata serán dos ilusiones más. Cada uno con sus sueños a cuesta y su impronta para afrontar semejante experiencia. «Me gusta mucho la lucha y quiero seguir perfeccionándome lo más que pueda», cerró Chirino, calificado por el profesor Marcelino como «muy aguerrido y de gran fortaleza
física». «Voy a esforzarme para llegar lejos y algún día poder representar a mi país en el exterior», subrayó Rocio, quien también quiere llegar a conocer ese gigante de cemento llamado ‘La Bombonera’ debido a su fanatismo por Boca.
En poco menos de tres semanas, ambos vivirán algo que seguramente jamás olvidarán. A disfrutarlo…