Hacerse fuerte en casa. Premisa fundamental para tener aspiraciones concretas en quedarse una temporada más en la máxima categoría. Receta que aplica a la perfección Universidad y que en la tarde soleada en Pocito dio un paso fundamental para abrazar el objetivo propuesto en esta segunda mitad de año.
La intermitencia en el juego lo llevó a peligrar la buena cosecha de puntos que logró en los primeros minutos del cotejo. En episodios anteriores lo privaron de victoria pero esta vez pudo safar.
Huazihul entró dormido y en 20 minutos ya perdía por 17 tantos abajo. Sin embargo, dio muestras que nunca hay que darlo por vencido y poco a poco empezó a remontar el partido. El tiempo terminó siendo su peor enemigo porque la ansiedad lo llevó al desorden.
En la primera etapa, la U plasmó el juego que todos quieren ver. Dinamismo en la conducción, pases en contacto y vértigo en las puntas lo llevaron a marcar tres tries de buena factura. Luego, cayó en un bache y la visita lo sacudió por el centro del campo. De todas formas, pudo lograr meter otro golpe para irse al descanso 22-07.
La segunda mitad, fue más emotiva que bien jugada. Ambos equipos se prestaron la pelota, pero el Cacique fue más profundo y así logró meterse en partido. La incertidumbre se apoderó del encuentro, pero sobre el final apareció la rebeldía de los backs para finiquitar la historia por 34-21.
Ganó Universidad. Lo mereció por la sumatoria de buenas acciones a lo largo del cotejo. Hauzihul murió de pie jugando en su ley. Quedará en la memoria colectiva que pasaría sí los primeros 20 minutos fuese más cerebral. Con el diario del lunes todos son sabios, pero para el Tricolor este resultado lo condicionó en su sueño de ascenso porque ganar lo que queda del torneo será una obligación y esperar una ayuda de la otra zona. Nada es imposible y más si viene de un equipo que siempre levantó la mano en situaciones complejas como la que tiene atravesar las próximas dos fecha de la Reubicación.
Fuente: Cuarto Tiempo
