Pese a su corta edad, hace un tiempo largo que sabe lo que es jugar al fútbol. Los entrenamientos, el esfuerzo, la alegría de los triunfos, la amargura de las derrotas. El placer de las grandes atajadas, la bronca de los goles bobos. Nahuel Monla tiene 23 años y es el arquero de Juventud Zondina
«Comencé a jugar en la escuelita municipal, hasta que llegué a las inferiores de Zondina. Después anduve por Sarmiento, jugando la Liga. Debuté en Primera con 15 años», contó en diálogo con La Excusa Deportiva.
Pese al paso del tiempo, recuerda ese primer partido como como si hubiera ocurrido ayer. Es que más allá de cumplir su sueño, detrás lleva un hecho muy triste. «El día que debuté, mi abuela había fallecido un rato antes y yo jugué sin saberlo. Fue un 22 de junio. Cuando terminé el partido me dieron la noticia que mi abuela había fallecido», sostuvo.
Nahuel es fanático de Boca y tiene como referente en el puesto a Esteban Andrada. Incluso, le ve algunas similitudes en cuanto a estilo. «No soy de salir mucho pero cuando lo hago trato de salir seguro. Con los pies soy medio medio. Y mi mejor característica es el saque de arriba», añadió.
Con derrotas duras a lo largo de su carrera, elije quedarse con la mejor parte de lo vivido. «Lo mejor que me dio este deporte fue salir campeón con la cuarta división de Sarmiento en el Estadio del Bicentenario. También ascender con la Primera», confesó.
Para finalizar, confesó que el fútbol es una parte muy importante en su vida. «Es algo que me gusta y me ayuda a distraerme de problemas y a conocer gente muy buena», concluyó.