Tenía sólo 14 años cuando el técnico de Marquesado le dijo que iba a debutar en la Primera del club. Se lo comían los nervios, pero estaba seguro que no iba a defraudar. Y no lo hizo. Pese a que ya pasó más de una década, Kevin Nahuel Carrizo recuerda ese partido como si hubiera sido ayer.
«Fui titular, jugué con la 3. Estaba muy nervioso. Ganamos 2 a 0, entré con toda la confianza. Los más grandes me dieron la motivación, me dijeron que no estaba solo. Creo que hice las cosas bien porque desde ese partido no bajé más a Reserva», dijo en diálogo con La Excusa Deportiva.
‘Casper’, como lo conocen todos, se consideran un jugador que deja todo en la cancha. Hincha de El Globo y de Boca, contó el origen de su apodo. «Me lo gané en la escuela, cuando iba a primer año, era muy indio. Había abierto el corrector y como era inflamable, le prendí fuego. Justo entró la preceptora y para que no viera me tiré encima de la llama. Me empezaron a decir Vengador Fantasma y después, por un juego, quedó en Casper», recordó entre risas.
Actualmente tiene 25 años y una trayectoria que incluye varios clubes. «Hice las inferiores en Marquesado y de ahí pasé a El Globo. También tuvo un paso por Recabarren, San Agustín, Árbol Verde y Peñarol. Actualmente juega en Defensores de Argentinos.
En ese tiempo, Carrizo obtuvo un ascenso con Marquesado y ahora con su equipo busca la posibilidad de entrar en zona de ascenso.
«Lo mejor que me dio este deporte son mis amigos, que ya son como mi familia. Lo peor las lesiones. Tuve muchos desgarros y esguinces», señaló.
A la hora de hablar de sus referentes, no duda: Marcelo y el Flaco Schiavi. «Pero mi ídolo es Riquelme», añadió.
Casper asegura que ya cumplió casi todos los sueños que se propuso, pero que le encantaría lograr el ascenso con su club.