Son madre e hija y ambas aman el rugby. Amelia Zavalla tiene 47 años y el pasado fin de semana se dio el lujo de poder jugar junto a su hija menor, Lourdes Wingord (17), y así dar cuenta que logró compartir una cancha junto a todos sus descendientes.
En una entrevista desopilante, expresaron que «fue una experiencia apasionante y encima pudimos salir campeonas con el Jockey Club por décima vez en el torneo local».
Amelia juega como pilar o segunda línea, Lourdes se desempeña como apertura o fullback. Son de generaciones distintas, pero llevan como bandera la misma pasión por el deporte de la ovalada y ahora disfrutaron en el mismo campo de juego un partido oficial.
Por último, contaron anécdotas y detallaron cuáles son sus próximos objetivos deportivos.
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