Jornada que pasa es un día en el que conocemos una nueva historia. La de este jueves, en el marco de los Sudamericanos sobre Ruedas, viene de aquél lado de la cordillera, con tinte chileno. En el extenso listado de clubes que están participando está Independiente La Florida. Un club de hockey sobre patines que se creó hace poco tiempo. Producto de la disolución de la Universidad Católica en esta disciplina.
Toda una estructura se mudó para ahora, y con orgullo, lucir los colores de La Florida. Y el detalle particular, que nos dio el pie para comunicar esta noticia, es que una dama es la entrenadora de ambos elencos: femenino y masculino.
Cuando observamos en la planilla oficial de partido, notamos que la protagonista es una gloria del hockey patín de Chile. Es el caso de Francisca Puertas, alguien que forma parte de un logro extraordinario del selectivo trasandino.
Transcurría la temporada 2006 y por entonces, en Chile, se disputó una nueva Copa del Mundo de este deporte y en rama femenina. La Roja hizo un campeonato extraordinario, que coronó con un triunfazo ante España en la final.
Entre las jugadoras chilenas, conocidas popularmente como ‘las marcianitas’ estuvo Francisca. En aquél tiempo, la actual entrenadora, tenía 18 años y jugaba en el Pati Vilanova de España. Luego también ganó la Copa América y unos Panamericanos. Era una de las más jovencitas, junto a las hermanas Urrea (Roberta de 16 y Fernanda de 17) o Tadish Prat (16). En ese equipo, las referentes eran Karin Reinhardt y Paulina Tapia, con 33 y 22 años respectivamente.
Actualmente, la nacida en Santiago, y a sus 34 años, permanece en San Juan dirigiendo a Independiente La Florida.
-¿Cómo es tu experiencia dirigiendo a equipos de varones?
-Bueno, este ambiente no es ajeno para mí, porque jugué al hockey. Fui parte de Las Marcianitas de Chile que salieron campeonas en el 2006. El único equipo que salió campeón del mundo. Y cuando me fui a jugar a Europa, fue ahí cuando hice todos los cursos de entrenadora. Ya llevo unos 20 años entrenando equipos de hockey. Llegué a Universidad Católica de Santiago en el 2018. Me puse a entrenar a las chicas y se notó el cambio. Al poco tiempo me ofrecieron entrenar a los hombres y lo acepté. Para mí era todo un reto entrenar a un equipo de varones. Y nos fue bien. Lo hice desde el año pasado durante la pandemia. Estoy muy contenta, porque ahora se está viendo diferencia. El primer año fue más difícil, por conocernos y todo. Poco a poco se van viendo los frutos. Tengo jugadores jóvenes y la verdad que estamos formando a una generación muy buena. Es decirlo tres o cuatro cosas y juegan solos… (risas).
-¿Te sientes una referencia para otras entrenadoras mujeres?
-Sí, claro. Así me siento. Yo las animo que se atrevan, porque es una bonita experiencia. Yo disfruto mucho de hacerla. Y del hockey ni hablar. Y el hockey masculino, que es más intenso, me entretiene mucho, así que eso está muy bueno. Que las chicas se atrevan a hacerlo, porque todos somos iguales. Todos podemos ser entrenador. El machismo cada vez es menos.
-Francisca, ¿conoces de otros casos como el tuyo?
-La verdad que no conozco. Tuve el Mundialito acá en San Juan y ahora este Sudamericano. Sí la vi a la Pía (Sarmiento, jugadora de Centro Valenciano) que estaba entrenando a unas niñas que salieron campeonas y ahí coincidimos.
-¿Cuál es tu máximo sueño como entrenadora?
-Yo quiero entrenar a la selección de Chile. Ya sea de mujeres o de hombres. Me gustaría llegar a eso.
-¿Te sientes cerca de lograrlo?
-No sé si cerca, pero sí tengo en claro que es uno de mis sueños e iré en busca de él.