Nació hace 25 años en Capital Federal. Sin embargo, las cosas del destino lo depositaron en San Juan y su vida cambió radicalmente. No sólo por lo que implica dejar la gran ciudad para instalarse en la provincia, sino porque dejó el puesto en el que jugaba habitualmente para acomodarse en la defensa.
Actualmente, Nelson Gutiérrez juega de lateral izquierdo en San Lorenzo de Ullum. «Siempre jugué de delantero o mediocampista izquierdo, hasta que el Luto Molina me enseñó a moverme por la banda», contó en diálogo con La Excusa Deportiva. «Con él aprendí muchísimo y sigo aprendiendo cada entrenamiento. Me enseñó a jugar en un puesto nuevo, confió en mí cuando ni yo tenía fe de poder hacerlo. Hoy en día me siento cómodo en ese puesto, fue un cambio bueno, ahora sé que puedo jugar ahí», añadió.
Sus inicios en el fútbol fueron, como todo chico, en la calle, con amigos para luego arrancar de manera más comprometida. «Fue medio raro. Nací en Buenos Aires. Jugaba Fútbol 5 en un club abajo de un autopista, a los 8 me fui a vivir a zona sur y empecé a jugar en un club de barrio llamado Belgrano, luego pasé a Berazategui que hoy milita la primera C del fútbol argentino», dijo el joven.
Hace una década llegó a San Juan de la mano de su papá. «El es de acá como toda su familia. Es otra vida, hay más seguridad, es más tranquilo, más lindo para vivir», confesó este fanático de Boca. Una vez asentado, empezó a jugar en las inferiores de Juventud Zondina, hasta que a los 17 años llegó el ansiado debut en Primera. Fue en Recabarren.
«Recuerdo que fue en cancha de Marquesado contra Punteto, Mis compañeros me decían que estaba en mí ese partido. Tanta fue la presión que sentí que a los 20 minutos me fisuraron la nariz, terminé en el Marcial Quiroga. Cuando yo me fui íbamos 0 a 0, después me enteré que perdimos», contó entre risas. «El DT era Roberto González, que en paz descanse. Él también me aconsejó muy bien para este deporte», sostuvo.
Nelson asegura que lo mejor que le pasó a lo largo de su carrera «son las amistades y la alegría que le doy a mi familia cuando me ve pisar una cancha». «Amo el fútbol, me enseña constantemente experiencias lindas y feas, pero siempre un aprendizaje para ser mejor persona», expresó.
«Soy fanático de Messi. En el puesto que yo juego hace dos años no me fijaba mucho, pero si tengo que elegir alguien ahora me gusta Tagliafico, la entrega que tiene, creo que lo deja todo en la cancha», dijo.
Gutiérrez asegura también no tener un sueño u objetivo como futbolista. «Me enfoco mucho en el presente, me esfuerzo para llegar lo más lejos posible. Dios dirá hasta dónde llegaré, ya soy feliz con la oportunidad de practicar este deporte a pesar de todo sigo adelante con humildad y esfuerzo», concluyó no sin aclara que buscará con sus compañeros superar la vara que se pusieron el año pasado.