Detrás de cada palabra, Maximiliano Galván no puede ocultar su alegría y emoción. Este 2022, el joven vive el sueño por el que luchó toda su vida, al ser convocado para realizar la pretemporada con el plantel de primera división de San Martín. El futbolista es uno de los pibes convocados por “Luigi» Villalba, que además citó para que realicen la pretemporada a: Santiago Quiroga, Nahuel Tejada, Ignacio Mogla, Santiago Barrera, Braian Nellen, Leandro Regalado, Juan Schiany y Gonzalo Lucero.
Ser futbolista de buen nivel requiere de entrenamiento duro, constante, y de saber levantarse de la adversidad. Maxi habla de su experiencia personal en busca del objetivo: “Desde chiquito uno sueña con ser jugador profesional y estar lo más arriba posible. La satisfacción que tengo tiene que ver con las ganas que se le pone al sueño. Muchas veces pasamos fríos, pasamos hambre, no tenemos ni para la Sube. Recuerdo las veces que llovía o los días de demasiado calor, las veces que quise quedarme a dormir y se me viene a la cabeza el esfuerzo diario que hacemos para conseguir un sueño”, dice el mediocampista que vive en Las Chacritas, en 9 de Julio.
Galván nació en Jáchal. Allí dio sus primeros pasos en el fútbol, comenzó jugando en la escuelita del Club Estrella, luego seguiría en el Club Sportivo 9 de Julio, cuando su familia debió mudarse para el departamento del Este. Maximiliano recuerda que ahí tuvo que tomar una drástica decisión pensando en su futuro: “Tuve un técnico que me dijo que era muy pibe para jugar en primera y decidí irme a Libertad Juvenil y luego a San Martín”, Galván fue decidido a buscar su sueño acompañado de Luciano Rivero, sobre él dice: “Somos muy amigos, desde chiquitos jugamos juntos y fuimos los dos siempre al mismo lugar. Ahora me toca estar a mí en primera, pero lo estoy esperando porque sé que va a llegar”, dijo.
Ambos jugadores, en noviembre pasado, integraron el plantel de cuarta división que ganó el Campeonato Clausura frente a Alianza. En esa oportunidad, los dirigidos por Hector Naveda, ganaron 2 a 1. Los goles del elenco verdinegro fueron de Andrada y Maximiliano Galván.
Aguerrido y ofensivo en la cancha, pero humilde y agradecido, Maximiliano no duda en hablarle a los que siempre estuvieron: “Agradezco a mi familia, a los que me preguntaban sí necesitaba algo, a los que me ofrecían su ayuda. Agradezco a mí novia, a mis amigos”. El joven habla con orgullo de su mamá Claudia Arce y de sus cuatro hermanos: “Somos una familia humilde, siempre rebuscándola, por eso se destaca mi familia”, expresó.
Sobre sí será titular, «El Mono», cómo le dicen sus amigos, sostuvo: “¡Ojalá! Es lo que anhelo, ahora estoy ahí, metiéndole en lo que más se pueda, ojalá llegue”. Exclama con esperanza, y su voz se expande cómo quién se expresa con felicidad.
Para terminar, él mismo decidió dejar un conmovedor mensaje: “Para esos chicos que piensan que no van tener posibilidades de llegar, que está todo perdido, o que quieren bajar los brazos, les digo que es cuestión de mentalizarse, de decir yo puedo, van a poder. Por ahí escucho chicos que no quieren jugar o entrenar más, el rechazo es parte del fútbol, a mí también me pasó. Te pueden rechazar varias veces, eso depende del equipo, del profe”, finalizó.
Fuente: El Bastón