Por Emmanuel Díaz Schlamelcher
En su curriculum acumula pasos por una gran cantidad de clubes, tanto en Argentina como en el resto del mundo. Jugó en Obras, Bolívar, Lomas, Boca, Monteros, tuvo experiencias en España, Brasil, Italia, Bélgica, Arabia Saudita, Irán, Libia y Qatar, pero tenía una deuda pendiente en su carrera deportiva que finalmente se concretó en los últimos días del 2021 y era vestir la camiseta del multicampeón UPCN.
La semana pasada, el Gremial revolucionó el mercado de pases del vóley argentino al contratar a Federico Pereyra, quien será el único medallista en Tokio 2020 que tendrá la Liga A1 que comenzará el próximo jueves en Paraná. Para el opuesto será un gran desafío en un momento con doble felicidad, porque además su esposa Alejandra está embarazada y él será papá por segunda vez.
Tras conseguir la presea de bronce con la selección argentina en los últimos Juegos Olímpicos, Pereyra emigró al vóley iraní y jugo el segundo semestre del año pasado en el Shahdab. Allí tuvo un buen papel y llegó a colocarse como cuarto máximo anotador del certamen, pero al finalizar el año y a pesar de tener posibilidades de regresar, no sintió la motivación necesaria para hacerlo.
Federico Pereyra llevará el número 22 en su espalda
En ese contexto apareció la propuesta de UPCN y el opuesto no dudó un segundo en tomar una decisión. «Varias veces me habían tentado y no se pudo dar, pero ahora sí y estoy muy feliz por estar en un club en el que se trabaja de manera muy profesional y te dan todo para ganar. Por algo es el más ganador y el más grande del país», expresó Federico.
Al medallista en tierras niponas le pasó de todo a fin de año y fue para bien, porque además de fichar con el Gremial será papá nuevamente y eso también influyó a la hora de tomar una decisión. «Siempre la prioridad será mi familia y el trabajo. En este caso pude juntar todo en un mismo lugar, en San Juan, por eso estoy muy contento. Voy a poder a poder acompañar a Alejandra en su embarazo, algo que no pude hacer con mi primer hijo Lorenzo (estaba jugando en el exterior) y que no me pude perdonar nunca», dijo.
El gran objetivo de Pereyra es ganar la Liga Argentina con su nuevo equipo y por eso contó que está entrenando a full para poder lograrlo. «Espero poder aportar mi granito de arena y escribir una página en semejante libro de historia que tiene UPCN. Ojalá podamos conseguir el título», finalizó.
Su estadía en Irán y una anécdota con susto
El paso por Medio Oriente jugando para el Shahdab fue breve para Federico Pereyra, con una rutina basada en entrenamiento, regreso al hotel donde se hospedaba con su familia y viajes para disputar algún partido de vóley. Pero en la memoria le quedó una anécdota que contó entre risas luego de haber pasado un gran susto.
«Viajamos a jugar contra un equipo cerca de Irak, donde no había aeropuerto. Entonces fuimos en avión hasta una ciudad cercana y luego tomamos un taxi cada tres jugadores. Recuerdo que el camino para llegar era muy montañoso y los choferes eran un peligro. Tardamos dos horas y media con un miedo tremendo porque encima iban súper rápido a pesar de que había curvas peligrosas y montañas sin protección en caso de derrumbes», contó.