El 16 de agosto de 2019 había sido la última vez que María Cecilia Román, campeona del mundo categoría Gallo de la Federación Internacional de Boxeo había podido encontrarse con su público. Pasaron dos años y tres meses; demasiado tiempo en la vida de un boxeador, de un deportista. Lejos había quedo aquella victoria inobjetable ante la jujeña Julieta Cardozo.
La idea era volver a defender el título en los primeros meses de 2020, pero después vendría lo que todos sabemos: llegó la pandemia, que nos dejó sin boxeo y sin deportes en el mundo. No obstante, Cecilia jamás se detuvo. En marzo de 2020 debió regresar a la provincia y a partir de ese momento, los entrenamientos fueron diferentes: primero, en su casa; luego de varios meses, se fue volviendo al gimnasio en San Juan, para retomar ritmo más intenso y regresar en enero de este año a las exigentes rutinas con boxeadoras de primer nivel y su equipo en el gimnasio de Caseros, en la provincia de Buenos Aires.
Para Ceci, el 2021 fue volver a empezar en casi todo y como todo comienzo, tuvo sus dificultades. Fue duro volver a entrar en ritmo, pero una vez conseguido eso, las cosas fueron entrando en los carriles normales, con las exigencias del caso y con mucho trabajo.
El 26 de noviembre, cuando le toco subir a un ring para volver a pelear, lo hizo con una enorme alegría; recordó todo lo que se había vivido en pandemia y se sintió contenta porque había podido ganarle esa crisis que nos había afectado a todos; pensó que a pesar de todo, lo había podido superar, cuando a mucha gente le hizo perder muchas cosas o cambiar su rumbo. Ella había logrado mantenerse, con perseverancia y reforzando la pasión. “Las crisis son oportunidades para reflexionar hasta dónde uno está dispuesto a seguir adelante, a entregarse por lo que uno quiere o desea”, dice la campeona. En ese momento de felicidad, pensaba que volver y estar en un estadio, defendiendo su título ante la gente, era algo que le costaba creer.
A la hora de boxear, se encontró con una rival (Daniela Rivero) que le planteó una pelea durísima y respecto a ello, reflexiona: “Nunca pienso que las peleas van a ser fáciles, respeto a cada rival, más allá del récord que pueda tener. Como boxeadora y deportista, sé que un deportista entrena para buscar objetivos y ganar. No me sorprendió el planteo que hizo, ya que era la única manera de que ella pudiera lograr algo, saliendo a hacer lo que hizo, que fue lo correcto. El boxeo es un deporte en el que nada está dicho hasta que termina la pelea”.
Antes del combate, Cecilia había comentado que llegaba en un 80% de su plenitud y que luego de la defensa, comenzaría con un trabajo de musculación, que no había podido realizar, pues necesitaba hacer una planificación con el tiempo de antelación correcto. Por ello, es que, luego de descansar unos días, ya comenzó con esa tarea. Primero fue una semana de adaptación, la siguiente se aumentó la carga y luego se trabajará más fuerte, sabiendo que la próxima pelea está lejos y le da la posibilidad de trabajar fuerza e hipertrofia muscular, ya que el trabajo conlleva una ganancia de peso, que no es –precisamente- por comer demás, sino por la ganancia de masa muscular; de allí la necesidad de trabajarlo correctamente. Ceci dice que, aunque no parezca, pectorales y trapecio, no están como antes, por lo que hay que reforzarlos.
Como siempre, después de cada pelea, hay un mes de vacaciones, donde su ritmo de vida cambia. Sus entrenamientos son de un par de días a la semana y con ritmo moderado. El resto, es el de una sanjuanina común, en su rol de mamá, dedicándose de lleno a sus hijos y a estar con la familia.
Respecto a cuáles son los pasos a dar, de aquí en adelante, la campeona FIB comenta que, por ahora está con la tarea de musculación. A mediados de enero tiene planificado regresar a Buenos Aires para comenzar la preparación, por si en marzo aparece alguna oportunidad de pelea, aunque –por ahora- no hay noticias. Aun así, ella sabe que siempre hay que estar preparada y anticiparse a lo que pueda venir. Ya con el trabajo en el gimnasio de Caseros, se empieza con el trabajo para retomar ritmo de combate.
Cecilia Román mantiene su objetivo de pelear en el exterior, por lo que ha hablado con su equipo y promotora para lograr esa chance, que sabe no es fácil conseguir, pero que ella, con su preparación, les demuestra estar preparada para lo que pueda venir. Es el gran objetivo en 2022 y tampoco descarta que se dé la oportunidad de buscar otro cinturón, pues quiere dar un paso más en su carrera deportiva y por ello lo considera un gran desafío.
Finalmente, la campeona mundial deja un cariñoso saludo y agradecimiento a la gente que la sigue y apoya y que está en todo momento. “Nada es posible sin la gente que me sigue, la que va al evento, la que manda sus mensajes por redes sociales o da un “me gusta”, los sponsors, la familia, el periodismo, el mundo del deporte y en especial del boxeo femenino. Soy una agradecida, ya que ese reconocimiento es el que me indica que voy por buen camino y eso es muy motivante. Uno debe buscar la pasión que tiene, aquello que te hace sonreír y por lo que el corazón se acelera. Nunca hay que dejar de luchar por los sueños, ya que cuando estás feliz, cosas buenas siempre vienen”.