Un año ha pasado desde que Diego Armando Maradona fichó por una nueva liga, donde seguramente ya ha enamorado a todos con gambetas y esa zurda inmortal.
Pero su partida nunca significará olvido para los hinchas argentinos, a quien el Pelusa regaló grandes alegrías y momentos inolvidables. Están tan frescos en la memoria como las historias de Mario Soto y Henry Martin, dos reconocidas glorias del deporte sanjuanino que tuvieron la fortuna de cruzarse a D10S.
Las experiencias de Soto fueron dentro de una cancha y por partida doble: «Tuve la suerte de enfrentarlo con la Selección Sanjuanina en el ’82 y cuando vino con Argentinos Juniors, en el ’79, para inaugurar las luces de la cancha de San Martín. En ese primer partido todavía no era el Diego, era el Dieguito, pero la calidad se le notaba a la legua. La verdad que daba gusto verlo como disfrutaba jugando a la pelota. Hizo maravillas y a varios nos dejó mirando al oeste. Ese partido lo perdimos 4-3, pero el resultado fue anecdótico porque lo importante era brindar un buen espectáculo”.
“El segundo partido que me tocó jugar contra Maradona fue con la Selección Sanjuanina – más algunos agregados de Mendoza- contra la Selección Argentina y perdimos 9 a 1, sobre la hora (risas). En ese partido el Diego ya era el Diego, pero se lo veía gozar como la primera vez haciendo un caño o tirando un cambio de frente de 40 metros. Además, estaba con otros grandes jugadores. Fue una de las mejores selecciones de la historia. Además, antes del partido el Flaco Menotti nos recordó que era una amistoso y que ellos se estaban por ir al Mundial”, agregó el ex centrocampista verdinegro.
El recuerdo de Henry Martin fue unas cuantas décadas después, allá por agosto de 2008. En tal ocasión, el Diego visitaba San Juan para ser parte de un partido de Showbol, en el Estadio Aldo Cantoni, contra Chile.
En la previa de dicho encuentro, el piloto sanjuanino le obsequió a Maradona un buzo antiflama, igual al que él usaba en ese entonces. En el saludo protocolar Henry aprovechó para hacerle una particular invitación: «Le pregunté si se animaba a que lo lleve a dar una vuelta por el Autódromo de Zonda y me dijo que prefería la redonda».
Pero la charla entre Martin y el ídolo máximo del Napoli no terminó ahí (afortunadamente por la jugosa historia que se venía): «En el encuentro le comenté que conocía a un amigo ´suyo de su época en la que jugaba en Argentinos. Ese señor, que se llama Enrique Oliva, lo llevó a pedir los botines a Adidas y se lo negaron. Por eso, el nunca mas usó Adidas y usaba Puma».
Nota al margen, el señor Oliva es (o era) el papá Alejandro Oliva, el chico que allá por 1992 armó el Fórmula Renault con el que Henry Martin compitió.
FUENTE: Tiempo de San Juan