Faltaban tres minutos para el final del partido con Tristán Suárez cuando el DT Facundo Villalba llamó al futbolista Juan Cruz Villagra para realizar una “última” variante. Al menos eso es lo que creía Leandro (19), quienhabía ido por tercera vez al banco de suplentes y esperaba con ansias el llamado del entrenador. Sus gestos de resignación lo habían notado sus padres desde la tribuna del Estadio Hilario Sánchez, gestos que se transformaron a los pocos segundos. “Leandro y Juan Cruz, vengan”, había dicho el entrenador, cuando el marcador estaba 4-0 para el Verdinegro. Así empezaba a cumplirse el sueño que tenía desde pequeño.
“Pensé que no iba a entrar y medio que me bajoneé. Pero cuando me llamó, se me cruzaron por la cabeza muchas cosas, todo lo que tuve que pasar con mi familia para llegar a esto. Soñé mucho con ese momento. Siempre pasaba por el Hilario Sánchez, cuando entrenaba en la cancha auxiliar, y decía `qué lindo debe ser estar ahí. Y cumplirlo fue muy emocionante, estoy muy feliz por eso”, confiesa el pibe Regalado a Tiempo de San Juan.
Fue un debut particular. Por la goleada, el triunfo, los afectos en la tribuna y la “banda sanjuanina” que se formó en las últimas semanas a partir del éxodo de jugadores y la apuesta de Villalba por los pibes del club, que le terminaron dando un marco especial a su primera presentación oficial con el plantel profesional. Regalado se convirtió en el quinto sanjuanino en cancha en la victoria con Tristán Suárez (Matías Giménez, Francisco Álvarez, Gastón Vega y Franco Aguirre, las otras presencias locales).
“Es muy lindo que haya tantos sanjuaninos. Hay buena relación entre todos, el grupo está muy unido y esto incluye a los de afuera. Cuando Luigi llegó, fue muy frontal con todos y avisó que iba a ir subiendo de acuerdo a las necesidades del equipo. Es un DT del cual aprendo mucho, me corrigió bastante para poder mejorar y siento que lo estoy haciendo”, apuntó.
Regalado es oriundo de Concepción. Su pasión por la redonda comenzó de la mano de su padre Carlos, cuando era casi un bebé. “Lo acompañaba a los partidos de la Liga Universitaria, ahí me empezó a gustar el fútbol. Como vivo relativamente de San Martín, con cuatro años empecé en la escuelita. Crecí prácticamente ahí, nunca me fui. Por eso soy hincha del club”, agregó el juvenil.
Leandro lleva 15 años en la institución verdinegra. Allí lo recibió el entrenador Jorge Patiño cuando apenas tenía 4 años y después tuvo como técnicos a Cristian Agüero y “Pancho” Flores, otras dos personas que lo marcaron en su infancia. Contó que en sus inicios fue defensor e incluso llegó a ser volante antes de transformarse en nueve. “Jugué mucho tiempo como volante. Incluso por eso fui convocado a la Selección Argentina Sub-15, cuando estaba Diego Placente y Pablo Aymar. Fue una experiencia muy linda aquella”.
Mucho en eso tuvo que ver Martín Palermo, el eterno goleador de Boca. El pibe confesó que el “Loco” fue –y lo sigue siendo- su gran inspiración en el fútbol. De hecho, hasta el día de hoy mira sus videos para imitar su técnica y movimientos. “Martín es mi gran ídolo, él me marcó. Siempre dije que quería ser delantero por él. También admiro a jugadores como Ronaldo, por su trabajo, y también veo mucho a Suárez y Benzema. La tecnología ayuda mucho y hay que aprovecharlo”, apuntó.
En San Martín su referente es Ezequiel Rescaldani, de quien aprende también en los entrenamientos. «Marca una diferencia notoria. Se nota su calidad. Es bueno aprender y pedir ayuda para mejorar», señaló sobre el experimentado delantero. «Uno quiere mejorar, mantenerse en el plantel, prosperar y ayudar al equipo. Quiero aprovechar esta oportunidad, porque jugar en San Martín es el sueño que tuve de chiquito”, cerró.