Un 10 de septiembre de 1919 se fundó Sportivo Desamparados y es por ello que este viernes celebra sus 102 años de historia, en los que atravesó momentos inolvidables como el equipo de la década del ’70 y los ascensos a las primeras categorías del fútbol argentino. Sin embargo, esos hitos no habrían sido posible sin los jugadores que se convirtieron en emblemáticos como José Eduardo Nehín.
El futbolista por el que el estadio Serpentario lleva su nombre fue figura del equipo mucho antes de que se disfrutaran las épocas doradas en el Víbora y fue el único sanjuanino en jugar un Mundial de fútbol. El half derecho no sólo vistió la camiseta albiceleste sino que se colocó la cinta de capitán en la competición internacional. Fue en la cita de 1934 en Italia, cuando la Selección Argentina perdió en primera ronda con Suecia.
Según publicó el libro ‘Héroes Mundialistas del interior profundo’, el equipo que jugó ese Mundial estuvo conformado por varios futbolistas del interior del país. Chacareros, les decían. Ello ocurrió debido a que Argentina se presentó con un plantel formado sólo por jugadores de la Asociación en la que, en 1931, habían quedado los clubes menos poderosos de la Capital y el Gran Buenos Aires, que además tenía como afiliadas a la mayoría de las ligas provinciales.
En el libro que escribió el periodista Adrián De Benedictis se cuenta que la poderosa Liga Argentina en la que estaban los “grandes” no cedió a sus figuras ya que, preocupados más por recuperar el dinero invertido para contratarlas que por el desempeño del seleccionado, sus dirigentes prefirieron mantenerlas durante los tres meses que hubieran tenido que estar ausentes, en una época en que los viajes a Europa se hacían en barco.
El sanjuanino Nehin, fue el abanderado del equipo argentino en su ingreso al Estadio Olímpico de Roma donde se llevó adelante la inauguración mundialista. Después del torneo, fue convocado por la FIFA para integrar el Seleccionado «Resto del Mundo de 1934» que debía acompañar al campeón en una gira por Europa, la que duró 6 meses.
Además, fue el símbolo del seleccionado sanjuanino que se consagró subcampeón del Campeonato Argentino de 1931, detrás del de Bolívar. Más conocido como el ‘Turco’, quien este año cumpliría 116 años, brillaba en el Verde junto a sus hermanos Nahún y Pablo.
A pesar de haber sido tentado para jugar en clubes europeos, el capitán nacional rechazó las ofertas ya que siempre decidió quedarse en San Juan junto a su familia. El goleador tuvo paso por los clubes grandes de La Plata, Gimnasia y Estudiantes. Acá no jugó en otro equipo y a sus 30 años se retiró con la gloria y el reconocimiento de la hinchada puyutana.
Nehín murió trágicamente en 1957, se electrocutó en su casa un 16 de diciembre. Con él se fue un ídolo de los sanjuaninos, que por siempre será recordado como el gran capitán.
Fuente: Tiempo de San Juan