Tiene 18 años y sueña con jugar toda su vida al fútbol. Es que patea la pelota casi, casi desde que aprendió a caminar. Tanto así que su familia decidió anotarlo en Estudiantil, club en el que jugó hasta que pasó a Alianza. Allí, a fuerza de esfuerzo, sacrificio y mucha voluntad se fue ganando un lugar y el pasado 21 de agosto Nicolás Silka tuvo su debut triunfal en la Primera División.
«Cuando entré ya íbamos ganando, estábamos más tranquilos con la pelota y después mis compañeros me ayudaron mucho a ubicarme en la cancha y que no me gane la ansiedad. Estaba ansioso y feliz por el debut, lo estaba esperando y trabajando para eso», contó en diálogo con La Excusa Deportiva. Fue 2-0 ante Rivadavia y punta para el Lechuzo. Encima, todo ocurrió el día en que alcanzó la mayoría de edad. Mejor, imposible.
«Juego de volante por derecha. Empecé en la escuelita de Estudiantil cuando tenía 4 año. Estuve allí por 6 años y en el último año de Estudiantil también entrené en Alianza. Me defino como un jugador con ida y vuelta, con buena velocidad», agregó este hincha de Boca que tiene como referente a Rodrigo De Paul.
Nicolás sueña con «poder vivir de este deporte que es tan lindo». «El fútbol es casi todo en mi vida. Desde que tengo 2 años pateo una pelota, amo este deporte», señaló.
Y como todo pibe que llega a Primera, tuvo que soportar el tradicional ‘bautismo’, con peluquería forzada. «No quería saber nada, pero me pelaron entre Marcelo Russo y el ‘Gato’ Pereyra», dijo entre risas.
En cuanto a su trayectoria, el joven fue campeón nacional en los Juegos Evita y sub campeón con la Sub 15 Nacional. «Fue lo mejor que me pasó, junto a la cantidad de amigos que hice. ¿Lo peor? Las lesiones. A fin del año pasado me fracture el peroné y en ese momento estaba siendo tenido en cuenta por el técnico para el Regional, tuve mala suerte», concluyó.