Catalina Laplagne (18), quien compite en kayak, planea lograr cosas importantes. Con la finalidad de conocer un poco más sobre su vida, el sitio Sisanjuan la entrevistó.
-Catalina, contanos sobre tus datos personales.
-Mi nombre es Catalina Laplagne. Tengo 18 años y nací el 11 de julio de 2003.
-Muy bien. Ahora queremos conocer un poco a tu familia. ¿Qué podemos saber?
-Nací en Córdoba y desde muy chiquita que nos mudamos aquí. Lo hicimos luego que nació mi hermano. En total somos cuatro hermanos. Yo soy la más grande. Y en mi familia somos seis. Mi papá Alfredo, mi mamá Celia, mi hermana Pedro, que me sigue en edad, está Facu y Luci que es la más chiquita. Y vivo en Santa Lucía, cerca de la plaza.
-¿Y cuándo apareció el kayak en tu vida?
-Siempre me gustaron todos los deportes. No hay uno que me disguste. Una vez viajamos a San Luis con amigos de mi papá. Estuvimos en Potrero de los Funes, en la zona del dique. Un amigo de papá sabía hacer kayak y tenía uno ahí. Me hice compinche de su hijo, él se ofreció a darme una clase y cuando me subí no me quise bajar más. Lo cansé. Su hijo tiene cinco años más que yo y lo cansé. Encima él hace este deporte. Yo estaba re emocionada. Tenía 13 años. Llegamos a San Juan y le insistí a papá para empezar ese deporte. Encontramos el club (Kayak Club San Juan) cuando tenía 14, me sumé a la escuelita, me encontré con las chicas Pickenhayn. Ellos me iniciaron.
-Mencionaste que te gustan mucho los deportes. ¿Practicaste otros?
-Sí, practiqué muchos. Hice kayak, patinaje artístico, vóley, fútbol, un poco de tenis. Probé varios. Mi mamá es inquieta, mi papá y hermanos no tanto y mi hermana hace patinaje. Tal vez viene de familia.
-Y en tu deporte, el kayak, ¿cuáles son los máximos logros que has conseguido hasta el momento?
-Desde los 14 (años), cuando entré al club que empecé a competir. A los tres meses ya me anotaba a todas las competencias. Iba a casi todas. Hubo un Sudamericano, en el sur, en 2019, en Aluminé –Neuquén-. Y después participé en varios selectivos entre San Juan y Mendoza. De chica, en mi primer año, conseguí buenos puestos. Éramos pocas chicas, apenas cuatro, pero le metimos garra. Y los primeros años hice tercer o segundo puesto. Y este último podio en Necochea.
-¿Cuáles son tus sueños de aquí en más?
-La verdad que es un sueño poder viajar afuera compitiendo en kayak. Me encanta el deporte, su ambiente y gente. Son todos muy generosos para enseñarte este deporte. Personalmente me hace mucha ilusión la ida de viajar. Si puedo recorrer todo el mundo, mejor. Me gustaría ir a un Mundial, pero por ahora apunto a ir a un campus de entrenamiento en Francia. Eso será dentro de unos meses. Así que, si se puede, iré. Esa actividad sería con la selección nacional. Seba Rossi, quien ha competido mucho en canoas, se ha ofrecido a ayudarnos e introducirnos allá en Francia. Estaría bueno que se dé.
-Se te nota muy entusiasmada cuando hablás del futuro y lo que puede darse…
-(Risas) Sí, me encanta mucho. Tuve la oportunidad de hablar bastante con él (Seba Rossi) en Necochea. Nos contaba muchas cosas. Y yo lo veía con cara de feliz cumpleaños.
-¿Y tu familia qué dice a todo esto?
-Ellos me apoyan mucho. Siempre están. Te cuento que en Necochea la competencia fue muy dura. Había viento y lluvia. Y temperatura de -3° en el agua. Fue duro. Y ahí estuvo mi papá ayudándome con el bote, para que no se moje y mi familia en casa apoyando.
-Y en el día a día, ¿qué sentís cuando representás a San Juan?
-Se siente mucha emoción, pero también un poco de presión. Y es porque representas al club, debes demostrar lo que valemos, está la provincia detrás, todos. Con Ana y Caro (las hermanas Pickenhayn) nos apoyamos mucho entre nosotras. Y queremos mejorar. Nos damos consejos. Se vive mucha adrenalina.
-Ha sido un placer conocerte. Despedite con una frase o reflexión que quieras dejarnos, Catalina.
-Una vez, Ana (Pickenhayn) me dijo: “El que no arriesga, no gana”. Hay que arriesgarse y ver qué pasa.