El sedentarismo y el sobrepeso lo llevaron a tomar una drástica decisión. Por él, por su salud, por su familia. Muchas horas de oficina lo llevaron a pesar 120 kilos. Fue en ese momento en que su cabeza hizo un click que lo llevó a un cambio rotundo de vida. Hoy, con 47 años, Gabriel Notario se dedica al trail running ya no sólo como una forma de perder peso. Ahora es un estilo de vida, algo que no piensa dejar. Una pasión.
«Soy de Rivadavia, estoy casado y tengo 4 hijos. Soy contador y me dedico a las finanzas, lo que me lleva a pasar muchas horas en la oficina. Tanto sedentarismo me llevó a un gran sobrepeso, por eso decidí empezar a cuidarme y a moverme. Se me ocurrió arrancar con cossfit. Comencé con dos días a la semana y a perder peso, pero con el tiempo el cuerpo se adapta a ese nivel de actividad física y me estanqué. Agregué un día más y otra vez activé», contó en diálogo con La Excusa Deportiva.
«Así fui agregando días hasta hacer 6 días a la semana. Y comencé con Jorge Nome, quien es mi entrenador hasta la actualidad. Terminé dejando cossfit y me sume a Mac running Team. Me gustan los grandes desafíos y el profe siempre me alentó», agregó.
Gabriel corrió su primera maratón en 2017, los 42k de Buenos Aires. «Esta actividad me generó un gran cambio en mi vida. Para correr largas distancias hace falta mucha perseverancia, disciplina, orden, planificación. Y eso es trasladable a todas las actividades que uno realiza en la vida», indicó.
Según comentó, todos sus objetivos en el deporte están ligados a la superación personal. «Trato de mejorar a pesar de que estoy en una edad en que ya no resulta tan fácil. Está actividad me brinda también muchos amigos», destacó.
En su familia, todos practican deportes. Sin embargo, todavía no consigue que alguno salga a correr con él. «Mis dos hijas más grandes, Victoria de 20 y Valentina de 17 van al gym y hacen funcional. Los varones, Bauti de 10 y Agustín de 7, hacen básquet. Y mi señora, Naty practica Zumba. Todavía no consigo que corran conmigo, pero me encantaría. Lo bueno es que todos hacen algo. Los buenos hábitos se contagian y se enseñan con el ejemplo. Es mucho mejor que sólo enseñar desde lo discursivo».
Para finalizar, Gabriel contó que esta actividad le hizo tan bien que a todo el que puede lo invito. «Lo puede hacer cualquiera. Hay que empezar gradualmente. Está bueno tener un profe que te guíe para no lesionarte», concluyó.