Ejemplar, digno de imitar. Esta semana, Paso de Los Andes decidió iniciar un camino de integración. Lo que comenzó como una propuesta de los padres, fue tomando forma gracias al trabajo en conjunto de profes y dirigentes. Y Lisandro, un chico con Síndrome de Down, fue el encargado de dar el puntapié inicial.
«Algunos papás se acercaron con la inquietud, para ver qué posibilidades había. Ahí se le empezó a dar forma el proyecto, y va bien encaminado. También tenemos la idea de adaptar sanitarios y demás. Hemos abierto las inscripciones para que los chicos que lo deseen se anoten. Entrenan todos juntos, según las edades», señaló Danilo Salguero, secretario del club.
En pocas horas, la escuelita albardonera sumó un segundo chico con Síndrome de Down, una chica con autismo y un nene con discapacidad motriz. Además, desde hace algún tiempo integra el plantel un joven hipoacúsico.
«Acudimos a la Secretaría de Deporte porque hacen cursos y capacitaciones. Nosotros tenemos profesores de educación física, jugadores, ex jugadores y una acompañante terapéutica», agregó Salguero.
Desde el club indicaron que «la finalidad es enfrentar la falta de oportunidades a la hora de desarrollar prácticas deportivas inclusivas. Pretendemos que los chicos que asistan desarrollen habilidades en un entorno amigable, a través de la actividad física, en este caso el fútbol».
El próximo 7 de octubre, Paso de Los Andes cumplirá 100 años de vida y la idea es que nadie quede afuera de la celebración.