Banfield se clasificó para la Copa Sudamericana 2022 al vencer por 3 a 2 a Vélez Sarsfield en el partido eliminatorio que se jugó en el estadio Del Bicentenario, de San Juan, con dos goles de Luciano Pons y el restante de Alejandro Cabrera, mientras que Lucas Janson y Luca Orellano convirtieron para los de Liniers.
Banfield accedió a esta instancia por ser finalista de la Zona Campeonato de la Copa Maradona, cuyo título ganó Boca Juniors por penales (5-3) tras igualar 1-1; en tanto que Vélez llegó por superar a Rosario Central (3-1) y conquistó la Zona Complementación, ambos en definiciones en el mismo escenario de hoy.
Igual, los de Liniers podrían acceder acceder a la Copa Sudamericana si Banfield logra clasificar a la próxima Libertadores en esta temporada.
Para este encuentro Vélez ofreció debut como titular al defensor uruguayo Mathías De Los Santos, suplantando a Hernán De La Fuente, que fue Japón con el seleccionado argentino Sub 23.
Mientras que Banfield hizo lo propio con el joven zaguero Gregorio Tanco, por el suspendido Luciano Lollo; además de estrenar una nueva camiseta azul y negra, en dos campos, reeditando la usada entre 1900 y 1902, especialmente para esta ocasión.
Los conducidos por Mauricio Pellegrino comenzaron con el espíritu de apropiarse del protagonismo, buscando sorprender a los de Javier Sanguinetti con desbordes por los laterales y con la potencia de Janson, que exigió a Mauricio Arboleda en dos oportunidades.
A esto respondió Banfield con paciencia para ordenarse en el campo y sacar ventajas de sendas fallas defensivas del equipo de Liniers por intermedio de Pons.
Primero el ex San Martín, de Tucumán , capturó una pelota mal jugada por De Los Santos para vulnerar a Lucas Hoyos en vistosa maniobra personal (14 min), y después definió con espléndido cabezazo un centro que recibió desde de la derecha de Juan Pablo Alvarez, aprovechando un quedo de los defensores centrales velezanos (21 min).
Al pasar unos instantes, Vélez supo reaccionar, lo que le permitió descontar por medio de Janson, el delantero más peligroso, que definió con un remate rasante a la izquierda del arquero colombiano Arboleda, al definir la asistencia de Thiago Almada, que hilvanó una rápida réplica ( 26 min).
De allí y hasta el final de la etapa inicial las acciones se tornaron intensas y emotivas, con leve superioridad de Vélez, que supo cortar el circuito de juego que suele trazar Martín Payero en el ‘Taladro’.
Otra vez, como en el inicio del cotejo, en el segundo período los de la «V» azulada tomaron el predominio de las acciones y de tanto insistir pronto llegaron a la igualdad.
Fue una corrida tan espectacular como la definición de Orellano por su lateral derecho, para enganchar hacia dentro desairando a Tanco y rematar rasante y esquinado, de zurda, al caño derecho de Arboleda para poner el justo empate a esa altura (6 min).
A partir de ese momento, el dominio y las peligrosas cargas de Vélez se fueron acentuando ante un adversario que no podía cortar el circuito del medio campo y mucho menos generar alguna respuesta ofensiva para inquietar a Hoyos.
Sin embargo, en el pasaje que más le costaba a los del sur del Gran Buenos Aires generar juego para contrarrestar el poderío rival, volvieron a ponerse en ventaja gracias al arma más efectiva con que cuentan para la definición: la jugada de pelota detenida.
Llegó el córner ejecutado por Payero y esta vez no fue Giuliano Galloppo el que llegó para cabecear, sino el cordobés Cabrera (27 min), ex Estudiantes de Río Cuarto, cuyo festejo fue doble porque marcó el primero con la camiseta del ‘Taladro’.
La mayor efectividad de Banfield, atacando y generando menos que Vélez, al final le dio la victoria, pagando caro su rival la falencias defensivas y la impericia para definir lo mucho que construyó.
Incluso al técnico velezano de poco le sirvió darle el debut a su hijo Mateo Pellegrino, volante de 20 años, buscando con su frescura alcanzar el desnivel para un mejor resultado final.
Y todo concluyó con un largo festejo de los jugadores y el cuerpo técnico comandado por Javier Sanguinetti, dentro del campo y que siguió en el vestuario por largo tiempo, antes de emprender el regreso vía aérea hacia Buenos Aires con la clasificación a la Sudamericana del año próximo en el bolsillo y cerrando así definitivamente la Copa Diego Armando Maradona.