José Luis Páez, el técnico de la Selección Argentina de hockey sobre patines, hizo un balance luego de la participación del Preseleccionado Senior en el torneo Vendimia en Mendoza, luego de caer en semifinales ante el equipo sanjuanino de Caucetera.
El Negro señaló en un principio que «han sido tres semanas plagadas de ansiedades. Las dos primeras durante los entrenos y la otra jugando el Vendimia. Es lo peor que le puede pasar a un jugador. Porque la ansiedad incide sobremanera en forma negativa en la previa de la competencia. Es más, en los primeros entrenamientos también los chicos estaban ansiosos y no alcanzaban su máximo rendimiento. Pero todo es entendible por la pandemia que sufrimos y por todo el tiempo en el que no tuvimos actividad plena».
Más adelante el técnico nacional agregó a su balance que «no logré amalgamar muchas cosas en el grupo pero sí conseguí observar a los jugadores en forma individual. Saber cómo piensan y que demuestren lo que son capaces de hacer. En este torneo hemos tenido muchos altibajos, pero nos ha servido para saber dónde estamos parados. Tanto los jugadores como yo también. Más aún porque se trabaja en un sistema nuevo. Y eso a los chicos les cuesta asimilar, como los conceptos básicos de posicionamiento por ejemplo. Pero todo es tiempo y trabajo».
Sobre el único partido que perdió en el Vendimia, Páez señaló que «a pesar de no haber llegado a la final, el participar del Vendimia nos vino bien para sumar minutos de juego. En la derrota con Caucetera hay poco para reprocharle a los muchachos porque el equipo se movió bien y controló generalmente el juego. Pero, este tipo de partidos, ganan en los matices tanto ofensivos como defensivos».
También sirvió para probar a varios jugadores en distintos puestos. Algunos respondieron bien y otros funcionaron con altibajos. Y eso queda a la vista en la competencia. Además en estos partidos se vieron varias cosas positivas en cuanto al grupo, que se mostró humilde y compacto».
Y agregó: «No quedé decepcionado con nadie. Hay que tener en cuenta que estos jugadores le quitan a su tiempo, dejan a la familia, a los amigos y todo para poder entrenar. Sí siento decepción en cuanto a la formación con la que llegan de las divisiones inferiores, pero eso es un tema extenso y preocupante que exige cambio de mentalidad».
El Negro Páez cerró diciendo: «Esta no es una Selección, por lo tanto no hay que exigirles todo. La mayoría son muy jóvenes, que están jugando en una primera. Y se han enfrentado con equipos que vienen jugando juntos ya un par de años y ellos tienen apenas dos semanas de entrenamientos. Estos chicos ahora van a descansar. El sábado que viene entrenaremos con chicos de Mendoza y después haremos lo mismo pero en Buenos Aires. La siguiente etapa será poder juntar a los tres grupos. En realidad los jugadores que queden en vista, que ya sería la verdadera Preselección».
Fuente: Diario de Cuyo