Tiene 30 años y podría seguir jugando mucho tiempo más. Pero decidió decir basta cuando notó que el cuerpo ya no respondía como antes. Es que no quería dar ventaja a sus rivales, ni dejar a sus compañeros en banda. Sin embargo, pese al final anticipado, el adiós fue soñado. Nada menos que jugando una copa, en el Estadio del Bicentenario.
Franco Rodríguez empezó su carrera como futbolista cuando tenía 14 años y si bien es defensor, tiene como ídolo a Messi. «Arranqué mi club de toda la vida que se llama Sportivo Las Lomas de Ullum. Luego pasé a San Lorenzo, también del departamento, y también jugué 2 años en Defensores de Los Berros, en Sarmiento. Y hoy terminé mi ciclo jugando nada menos que la Copa de Campeones con un gran y humilde club como lo es Juventud Ullunera, al cual estoy muy agradecido», dijo en diálogo con La Excusa Deportiva.
«Decidí terminar por cosas personales, trabajo y más q nada mi salud. Sufro mucho de mi rodilla derecha, tengo dolores de ligamentos y meniscos. Pero siempre agradecido a este deporte tan lindo que es el fútbol», agregó Franco. «Lamentablemente el título no se nos dio, pero me llevo el mejor recuerdo del fútbol. Y haberlo terminado en el Estadio del Bicentenario y con las 3 en la espalda, eso fue todo para mí».
Al hacer un repaso sobre su despedida, el ahora ex jugador asegura que este deporte le dejó muchas cosas: «amigos, trofeos, momentos difíciles y buenos, pero lo más lindo fue jugarlo con todo mi corazón y dejar todo por él. Voy a extrañar muchísimo», agregó quien ahora continuará trabajando en Punta Negra.
«Jugar un clásico voy a extrañar bastante. Villa Ibañez mi eterno rival… y también Juventud Zondina. Me hubiese encantado seguir jugando, pero las piernas ya no me responden como antes», concluyó Franco, quien está casado con Sol Ibazeta, es papá de dos nenas y un varón que viene en camino.