Surgido en las inferiores de Alianza y con sólo 17 años sobre sus espaldas, Agustín Ramos sueña cada día a lo grande. Es que desde sus inicios dio pasos enormes y hoy se da el lujo de hacer lo que muchos sanjuaninos sueñan: jugar en las inferiores de River, entrar al club, apoyar la cabeza sobre la almohada sabiendo que, con esfuerzo y talento, algún día podrá jugar en la Primera del Millonario.
Sin embargo, el inicio del aislamiento obligatorio por la pandemia significó un parate obligado, por lo que debió regresar a su querido San Juan. Las prácticas eran ejercicios individuales desde casa y charlas virtuales con técnicos y compañeros.
Pero hace unos días, finalmente llegó el ansiado día. El pibe Ramos regresó a Buenos Aires para retomar los entrenamientos presenciales en el RiverCamp. «Estoy muy contento de volver a entrenar, la vuelta fue tranquila con el preparador físico, con trabajos de fuerza y pasadas intermitentes pero llevándolo de a poco. Esta actividad la complementamos con el DT donde trabajamos la técnica individual con pelota y obviamente no es lo mismo que trabajar por Zoom como lo veníamos haciendo”, dijo a Carasucias.
Por cuestiones vinculadas a los protocolos por Covid, la pensión de River no fue habilitada por el que el joven convive con un compañero de equipo.
Trayectoria
Agustín comenzó su carrera desde muy pequeño, a los 4 años en las escuelitas de Sioux. Después de una prueba que se llevó a cabo en el Estadio San Juan del Bicentenario llegó a Lanús y con tan sólo 12 años emigró para comenzar a formarse en el granate, una de las instituciones con mejores divisiones inferiores en nuestro país, y así comenzar a soñar con el mundo del fútbol.
Obviamente que los primeros pasos no fueron fáciles para este nueve goleador, ya que a su corta edad era complicado estar lejos de su familia, por ende solo viajaba a la Capital Federal para algunos partidos, quedándose solo algunos días.
Luego de un año de ir y volver con poco tiempo y viviendo mayoritariamente en Buenos Aires, Lanús decide darlo a préstamo al Club Atlético de la Juventud Alianza. En el lechuzo comenzó a jugar en la octava división consagrándose campeón en varias ocasiones, integrando una gran camada de jugadores. Con apenas 14 años de edad pasó a jugar en la Cuarta División. Su gran rendimiento, sus buenos resultados, su porte importante para un “9” de área, lo llevó a integrar la primera división del fútbol local, siendo el jugador más joven con 15 años.
Agustín representó a la provincia en los Juegos Evita Nacionales en Mar del Plata, consagrándose campeón con la categoría 2003, siendo el goleador de la selección sanjuanina. A poco de llegar de los Evita Nacionales, en el mes de noviembre, tuvo la primera prueba en River Plate, y logró pasarla sin inconvenientes, pero aún debía probarse en Buenos Aires. Ese fue el siguiente paso, la pretemporada, la cual aprobó y consiguió quedar definitivamente en el Club de Núñez formando parte de la sexta división.