La jornada nocturna de la natación en Río de Janeiro tenía como principal atractivo una nueva aparición de Michael Phelps, quien una vez más no defraudó a toda la gente que lo fue a ver.
Primero, el estadounidense se quedó con la prueba de los 200 metros mariposa y, de esa manera, obtenía la vigésima medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
Phelps, quien en Río ya se había colgado el oro en la prueba de relevos 4×100 libre, dominó la competencia de principio a fin y se impuso con un registro de 1:53.36.
El japonés Masato Sakai tuvo un gran cierre y estuvo muy cerca de arrebatarle el primer puesto al Tiburón de Baltimore, pero terminó con 1:53.40. El podio lo completó el húngaro Tamas Kenderesi con 1:53.62.
Pero había más del estadounidense, debido a que en la última del día volvió a subirse al primer escalón del podio al ganar el oro con la posta 4×200 de su país para llegar así a la 21 preseas doradas en su carrera (25 en total en los Juegos Olímpicos).
Estados Unidos se impuso con un tiempo de 7:00.66, en el segundo puesto finalizó Gran Bretaña con 7:03.13 y la de bronce fue para el representativo de Japón al clavar los relojes en 7:03.50.