El nadador Gunnar Bentz, uno de los cuatro que denunció un falso asalto en Río de Janeiro, culpó a su compañero Ryan Lochte como responsable de lo sucedido y se disculpó por el escándalo generado.
«Lamento que esta situación haya desviado la atención de los Juegos Olímpicos, que han sido increíblemente bien organizados por Brasil y sus ciudadanos», dijo Bentz en un comunicado difundido por la Universidad de Georgia, en la que estudia y compite.
El domingo, después de una fiesta, Bentz, Lochte y los también nadadores Jack Conger y Jimmy Feigen provocaron destrozos en una estación de combustible y un enfrentamiento con guardias de seguridad, un desafortunado incidente que después trataron de hacer pasar por un asalto.
Sin embargo, la Policía brasileña abrió una investigación a raíz de las lagunas en sus versiones y de la difusión del vídeo que recoge su llegada a las instalaciones olímpicas horas después del falso asalto, tranquilos y con sus efectos personales.
El joven nadador estadounidense apuntó a Lochte, 12 veces medallista olímpico y el que expuso por primera vez el relato del asalto, como el responsable de los incidentes en la gasolinera.
«No estoy seguro del porqué, pero mientras estábamos ahí Ryan tiró al suelo un anuncio que estaba débilmente sujeto a una pared de ladrillo«, dijo Bentz, quien también afirmó que Lochte «gritó a los guardias de seguridad» y que «mantuvo un acalorado intercambio verbal, aunque nunca hubo contacto físico«.
Lochte también se disculpó a través de un comunicado: «Quiero pedir disculpas por mi comportamiento el pasado fin de semana, por no ser más cuidadoso y sincero en mi descripción de los hechos de esa madrugada».
La Justicia brasileña formuló el jueves cargos contra Feigen por «falsa comunicación de crimen» y selló un acuerdo después de una audiencia de cuatro horas, en la que su defensa se comprometió a pagar la multa de 35.000 reales (unos USD 10.800).
En su comunicado, Bentz aseguró que las autoridades brasileñas «solo» lo vieron como un «testimonio» y nunca como el sospechoso. «Nunca di un falso testimonio a nadie», añadió el nadador, de 20 años.
Según medios brasileños, fue el otro nadador, Feigen, quien aseguró en su testimonio ante la Policía que él sabía que la declaración de Lochte era falsa, pero no quiso pronunciarse sobre el caso para evitar una gran repercusión pública.
De acuerdo con medios estadounidenses, una disculpa por parte de los cuatro nadadores es el primer paso para eludir una suspensión permanente por parte de la Federación de Natación y de su Comité Olímpico, que dijo que estudiaría «potenciales consecuencias» una vez finalizados los Juegos.
Fuente: INFOBAE, con información de EFE