El seleccionado argentino de básquetbol perdió esta noche ante su par de España por 92 a 73, en un partido correspondiente a la última fecha de la etapa de clasificación del grupo B de la competencia olímpica en Río de Janeiro 2016.
El conjunto del bahiense Sergio Hernández, que ya estaba clasificado de antemano a la siguiente ronda, finalizó así con un balance 3-2, del mismo modo que su rival de esta noche en el Arena Carioca I, que fue copado nuevamente por los hinchas albiceleste.
Sin embargo, el equipo argentino aún no tiene su rival garantizado en cuartos de final, ya que depende del resultado que obtengan a continuación los representativos de Lituania (3-1) y Croacia (2-2), ya que será Australia (si triunfan los lituanos) o Estados Unidos (si pierden).
Con este resultado, la otra noticia del día fue que quedó eliminado Brasil (2-3), que a primera hora doblegó a Nigeria (1-4), por 86-69. Y la decepción fue grande para los dirigidos por el argentino Rubén Magnano y para toda la comunidad basquetbolística local.
El máximo anotador del partido resultó el alero del Real Madrid, Rudy Fernández, responsable de 23 tantos. Mientras que la principal vía de gol del quinteto albiceleste resultó el base Nicolás Laprovíttola, con 21 puntos.
El equipo argentino amaneció encendido y dos triples de ‘Manu’ Ginóbili otorgaron ventaja en el arranque (8-3, a los 2m.30s.). Sin embargo, el campeón europeo capitalizó la mano de Rudy Fernández (10), descubrió fisuras en la ‘puerta trasera’ de una defensa albiceleste que no realizó bien las cortinas y llegó siempre tarde a la intención de corte.
Con un parcial 14-0, el equipo de Sergio Scariolo tomó distancia de 11 (22-11), con 2m. 39s. en el reloj. Además, el conjunto de Hernández diseñó flojos porcentajes (1-7 en dobles, 3-9 en triples) y mostró errores en el traslado (4 pérdidas). Suficiente como para que España tomara distancia de 10: 25-15
En el segundo período, el conjunto español pareció tomarse un respiro. El juego se volvió más cortado y los árbitros empezaron su show cobrando lo que solamente ellos percibían.
Así, España se disparó 41-25 (cuando quedaban 4m. 24s.) y una técnica cobrada a Scola (tercera infracción) obligó al técnico Hernández a sentarlo de inmediato. La mano zurda de Ginóbili (7) maquilló una diferencia que estaba para más: 48-35 al término del primer tiempo.
Pero si lo de los jueces fue discreto a partir del segundo cuarto, en el tercero se volvió prácticamente indigerible. Cobraron faltas inexistentes, exhibieron excesivo celo para penar las protestas de los jugadores (se fue por dos técnicas la ‘Bomba’ Navarro) y cortaron un partido que nunca más volvió a armarse. En ese contexto, igualmente, España nunca perdió el control y se fue arriba por 14 (71-57), de cara a los 10m. finales.
En el último cuarto, la historia se decantó rápido. Porque, más allá de la intención de revertir el marcador y una canasta de Scola que dejó la pizarra 64-75 y encendió a los simpatizantes argentinos (otra vez mayoría en el Arena Carioca), el encuentro ya tenía dueño hacía rato.