El seleccionado argentino de hockey sobre césped de varones superó ampliamente esta tarde por 5 a 2 a su par de Alemania y se clasificó finalista del certamen olímpico de Río de Janeiro 2016, asegurándose así la conquista de una medalla.
En la cancha número 1 del Complejo del Deodoro se vivió una verdadero carnaval argentino, con más de mil simpatizantes presentes en las tribunas, que cantaron y vibraron con un triunfo sensacional.
El equipo de Carlos «Chapa» Retegui, quien también alcanzó como DT una medalla olímpica con el combinado femenino (plata en Londres 2012), fue hoy un ejemplo de contundencia.
Gonzalo Peillat (llegó a las diez conquistas en el certamen) marcó en tres ocasiones. Las otras conquistas fueron obra de Joaquín Menini y Lucas Vila.
El conjunto albiceleste se topará en la final este jueves, desde las 17, con el ganador del cruce entre Bélgica y Holanda.
Argentina fue una tromba desde el comienzo. Con la actitud suficiente como para jugar en campo contrario del vigente bicampeón olímpico desde el primer minuto. Y, enseguida, el equipo albiceleste tuvo su recompensa.
A los 8m., en la primera maniobra desde el fijo, el conjunto del «Chapa» Retegui logró marcar un tanto de diferencia. El fierrazo de Peillat ingresó junto al poste derecho del guardavallas Nicolas Jacobi.
La algarabía del público argentino -que acompañó con banderas que testimoniaron el respaldo de lugares como Mendoza, Lincoln, Villa Devoto, Neuquén, Paraná o Córdoba- se convirtió en delirio a los 12 minutos.
Otra jugada de corner corto, otra arrastrada del «Hacha» Peillat ingresó junto al poste derecho (la bocha pegó en la tabla) y el partido quedó 2-0.
En el segundo cuarto, obligado por la desventaja, el conjunto germano adelantó sus líneas en procura del descuento. Pero Argentina lució infranqueable, sin otorgar concesiones de ningún tipo ante un rival que apretó cuando pudo, pero que no tuvo variantes como para torcer el rumbo.
Encima, el rosarino Manuel Brunet seguía desequilibrando cada vez que encaraba por izquierda y la efectividad argentina en la jugada del fijo continuaba en alza. Hubo un tercer corto y Peillat remató con violencia para decretar el 3-0, luego de que el arquero Jacobi intentara rechazar con el stick y no hiciera otra cosa que introducir la bocha en su propio arco.
Tras la reanudación, por si hacía falta confirmarlo, Argentina liquidó definitivamente la historia, con una maniobra colectiva bien trabajada que incluyó un amague de Mazzilli al arquero alemán y la posterior conversión de Menini. Iban apenas 5 minutos.
La historia ya estaba sentenciada, pero la voracidad ofensiva del equipo de Retegui no cesaba. Así, a los 2m. del cuarto parcial, Lucas Vila tomó la bocha de revés y la colocó en el fondo del arco: 5-0.
De allí hasta el final, el conjunto germano apeló a jugar con ‘arquero volante’ con más de 10 minutos en el reloj, con la intención de maquillar la paliza.
Hubo un penal convertido por Moritz Furste (6m.) y otra aparición de Christopher Ruhr (13m.). Pero también existieron varias intervenciones providenciales del arquero Juan Manuel Vivaldi, muy sobrio cada vez que se lo requirió.
Así, Argentina se metió en la final del jueves y sueña con obtener el premio máximo ante el ganador del duelo Bélgica-Holanda. Los Leones van por el oro, con la medalla de plata ya asegurado.