Los Juegos Olímpicos tienen un clima festivo en cada competencia. Cuando hay un brasileño, el ambiente se torna desfavorable para los rivales, ya que el público los silba constantemente.
Eso le ocurrió a Lavillenie, campeón olímpico en salto con garrocha en Londres 2012, que sufrió la parcialidad local en plena disputa del título. Finalmente, terminó segundo, detrás de Thiago Braz, de Brasil.
En la zona mixta, el francés criticó al público y tuvo una desafortunada comparación: «Se parece a Jesse Owens en la Alemania Nazi», dijo. En la ceremonia de premiación, el estadio lo silbó y el atleta se puso a llorar.
Luego, el ganador se tomó el trabajo de consolarlo y dejó una imperdible imagen: