Bruno Lima se convirtió en el cuarto y último deportista sanjuanino en confirmar su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y así cumplirá un sueño personal, que según él “comenzó hace unos meses, cuando me sentí cada vez más cerca”.
El jugador de Obras habló sobre la Villa Olímpica y contó que “cuando estuvimos en Brasil jugando Liga Mundial la vimos y nos dimos cuenta de que es impresionante, es una construcción imponente”. Y, precisamente en ese lugar, donde se alojará la elite del deporte mundial, Lima manifestó con toda su humildad que “prefiero ser cauto a la hora de pedir sacarme una foto con algún famoso para no caerle pesado”.
Sobre lo que vivirá en Brasil, el único sanjuanino que presenciará la ceremonia de apertura expresó que “voy a disfrutar la experiencia porque ahora estoy un poco más tranquilo, debido a que ya pasó la tensión e incertidumbre por saber si quedaba convocado o no. Ahora con mis compañeros tenemos una alegría enorme y queremos seguir entrenado para llegar de la mejor manera al primer partido con Irán”.
Sin embargo, antes de la presentación en el Maracanazinho y del viaje previsto para el 3 de agosto, Lima se ilusionó con poder venir a San Juan a jugar una serie de amistosos y así poder despedirse de su gente.
A sus 20 años la alegría lo invade por tremendo logro, pero también la tristeza se apodera de él cuando piensa en que los jugadores que quedaron afuera de la lista definitiva son sus excompañeros en Obras, como su comprovinciano Rodrigo Quiroga y José Luis González. “Todavía no hablé con ellos pero me imagino cómo deben sentirse, por eso estoy muy triste aunque puede pasarle a cualquiera”, dijo el único opuesto que convocó Julio Velasco.