‘El día que no quiera atajar más me quedo a dormir la siesta’

Hoy es el Día del Arquero. Es un puesto difícil, de gloria efímera, de personalidades atípicas al resto de los jugadores de campo, de los más criticados y el que suele ganar campeonatos con solo una atajada, el legendario Carlos Biasotti (45 años) sigue más vigente que nunca en el arco de Peñarol.

Con respecto a su preparación física en cuarentena, afirma que ‘Tengo elementos en casa, hoy hicimos una video-conferencia que sirvió para afirmar algunos conceptos y repasar cosas para nuestro entrenamiento. Vamos llevándola como se puede’ afirmó el hombre nacido en Buenos Aires.

Con sus años de experiencia y una cantidad importantísima de clubes en su haber (Laferrere, Unión de Villa Krause, Alianza, Sportivo 9 de Julio, San Martín de Monte Comán, Huracan Las Heras entre otros) reconoce la evolución del fútbol en general. ‘Imaginate que, cuando arranqué en el arco el defensor se la podía dar al arquero y agarrarla con la mano, desde ahí partís con el cambio que hubo hasta hoy. Actualmente las canchas son mejores, los jugadores de campo saltan más rápido a otras categorías mientras que antes andabas con una carpeta en mano juntando recortes de diarios para armar un currículum’ enfatizó.

En cuanto a los arqueros, dice que ‘Nuestro puesto se ha modificado bastante, antes estábamos bajo los tres palos y hoy nos ha cambiado hasta las pelotas con las que entrenamos que tienen otro material, ni hablar de la participación que tiene uno dentro del partido, mas allá de las atajadas que pueda hacer. Hoy trabajo mucho más en reacción y definiciones. Siempre le digo a los pibes que se queden entrenando centros o definiciones, que en un mes juntarán mas o menos 200 ejercicios por cada trabajo realizado y que son situaciones de partido. Esto es así: mientras más entrenás, sos mejor’ remarcó.

El tiempo pasa para todos, de una forma u otra va marcando nuestro camino con lo que hemos realizado a lo largo de nuestra vida, y Carlos no es excepción de ello dentro del fútbol. ‘Era un sábado a la noche y estaba en casa, a la mañana siguiente atajaba con Laferrere y siempre me pasaban a buscar mis amigos para salir a bailar y yo, como adolescente que era, quería salir pero mi padre no me lo permitió. De esa forma fui entendiendo que si no me cuidaba no iba a triunfar en el fútbol. No hay secretos: si no hubiera llevado una vida ordenada no estuviera atajando con 45 años’ aseguró el emblema Bohemio.

No escapa a la realidad lo que transita el fútbol, donde se encuentra paralizado en su gran mayoría (salvo algunos países). ‘Es terrible lo que está pasando, y al ritmo que vamos no sé si vamos a jugar en lo que resta del semestre. De lo que estoy seguro es que el campeonato no se va a reanudar normalmente’.

En cuanto a su futuro, no se pone plazo de vencimiento pero es consciente de su realidad. ‘A mí no me queda demasiado tiempo en el fútbol, es la verdad. Sin embargo, hace tiempo que vengo disfrutando del vestuario y todo lo que conlleva, sin dejar de entrenar con la misma exigencia que todos mis compañeros y eso me ha dado rédito hasta hoy. El día que no quiera atajar más me quedo a dormir la siesta’ cerró.

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